Amaneció con renieblas y helando; las perdices buscaban el abrigo de la carretera y del camino de la ermita. Por la tarde un vientecillo fino y frío del Sur trajo de nuevo la niebla.
Durante la mañana una empresa ha estado trabajando en el frontón, no os puedo contar nada más...
Tal día como hoy de 1932, Agapito López Varona escribía en su Agenda:
Con niebla encaramada estuve sembrando hasta las 3 en "la Ladera"; el buey no quiso comer ni por la mañana, ni por la noche.
Cuando vine de sembrar me encontré con que se había quemado la niña, al sentarla en las baldosas.
Cuando vine de sembrar me encontré con que se había quemado la niña, al sentarla en las baldosas.
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