Buen día en general hasta el atardecer que entró ese crudo viento del norte que dejó la tarde fría y desapacible... Que le vamos a hacer, estamos en marzo.
El buen tiempo, ha dado lugar a que las orugas procesionarias salgan de sus bolsas, bajen de los árboles y después de una caminata se entierren para eclosionar en otoño ya como mariposa.
Este hecho sería anecdótico en nuestro bosque de encina y roble, pero la inconsciencia administrativa nos trajo las repoblaciones de pinos en algunas zonas del pueblo y como dice el refranero castellano: "de aquellos polvos, estos lodos".
Se recuerda a todos nuestros vecinos y amigos que las orugas no deben tocarse bajo ningún concepto, ni retirar las bolsas sin protección, ya que contienen sustancias muy urticantes.

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