Día nublado, bajando ligeramente la temperatura.
Tal día como hoy de 1939 finalizó la guerra civil española (se cumplen 80 años), esa contienda que tanto dolor dejó en el país. Sorprendentemente ha pasado desapercibida en los medios de comunicación, y donde se ha hecho referencia, de pasada.
Parece que España, en algunos momentos, vive una amnesia colectiva y eso es posiblemente lo peor que nos puede estar pasando, ignorar el pasado para repetirlo en el futuro. Nuestros hijos necesitan conocer lo que ocurrió, de un lado y de otro, con todas las cartas encima de la mesa (aunque duela y no guste), para que en un futuro no vuelvan a cometer los mismos errores y nuevamente acaben matándose hermanos contra hermanos, amigos contra amigos.
La transición supuestamente había cerrado las heridas con pactos entre los bandos, pero hoy los hijos y nietos de aquellos reclaman un poco mas (que bien poco es): Si hay que sacar los cuerpos de la cunetas, habrá que sacarlos, darlos el reconocimiento que se merezcan y un entierro digno; si hay que procesar a alguien, se lo procesa y somete a un juicio justo; lo que no podemos es utilizar la norma para hacer política y no pensar en los que (valga la redundancia) piensan distinto de nosotros, simplemente hay cumplir las leyes y mirar hacia delante.
Lo que no podemos es dejar la herida supurando día tras día, cerrándose en falso. Parece que nuestros políticos de una y otro ideología que tan bien se entienden en algunas cuestiones, nunca quieren dejar que cicatrice la herida. Tomen nota: las ideologías pueden matar y eso es un hecho demostrado.
Hoy en día nuestros jóvenes se van de "erasmus" o de "fin de curso" a visitar países europeos. Nuestros abuelos también casi nunca salían del pueblo, pero la Guerra Civil los empujó a "un viaje incierto", "a un erasmus", que bien se podría llamar "del arado a la trinchera": Con 18, 17 y 16 años, fueron embarcados a una lucha que había creado otros, por sus ambiciones políticas y sociales.
Pocos de los que le tocó bregar en la guerra, salieron indemnes física o psicológicamente: No hablaban de ello, horrorizados por los acontecimientos vistos y vividos en primera persona, por lo que es muy triste que en el siglo XXI los nuevos españoles que lo sabemos todo, nos tomemos tantas libertades en hablar, cuestionar, valorar y juzgar algo, que ni en nuestra peor pesadilla, nos hacemos la mas remota idea de lo que fue.
Está claro que nos hace falta autocrítica y humildad para reconocer nuestros errores, los de todos, que vienen de largo, no lo olvidemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario