Un buen día de verano, con sol y calor que dan lugar a dos y tristes efemérides:
Por un lado se conmemora el 920 aniversario de la muerte de Rodrigo Díaz de Vivar, nuestro héroe burgalés y parte de la historia del país que hoy conocemos como España. Es curioso, pero en varias de las noticias que hacen referencia a este aniversario, no dejan de aparecer informaciones que pretenden desprestigiar la figura de nuestro caballero, en vez de tomarlo como ejemplo para nuestros niños y jóvenes.
La otra noticia es el 22 aniversario del secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco por la banda terrorista ETA, en su localidad de residencia, Ermua (Vizcaya).
A pesar de que los terroristas de ETA llevaban años matando indiscriminadamente Guardias Civil, Polícías Nacionales, Militares y cualquiera otro que se cruzase en su camino de odio y sangre, la muerte de este joven supuso un punto de inflexión en la sociedad española en general y vasca en particular que dio lugar años después a la rendición de la banda terrorista.
No obstante, en los últimos tiempos una parte del país quiere olvidar o pretende hacernos olvidar que los terroristas han estado matando hasta hace 10 años, y en "aras de la paz" ser "blanqueados", como inocentes cervatillos que nunca han roto un plato.
No es rencor, es justicia que cada uno pague por lo hizo; para los que dicen que hay que olvidar y perdonar, que se pongan en la situación de padres, madres, hijos, viudas, hermanos, que han perdido por la barbarie a sus seres queridos... otro gallo cantaría.
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