16 de diciembre de 2020

Día de invierno no excesivamente frío, con un poco de todo: sol, agua y viento. Sin novedad por el pueblo.

Ya hace unos meses hice la propuesta de ir enseñando las casas del pueblo con su historia, pero el día a día lo hace complicado ya que lleva mucho tiempo buscar la información y presentarla de una manera decente.

Hoy para iniciar el recorrido -¿De quién fue esta casa?-, por las distintas construcciones del pueblo, presentes y pasadas, lo hacemos en la casa de la calle Real número 10.

De planta cuadrangular tiene la fachada de piedra de sillería y los muros laterales de mampostería y adobes. Por el tipo de piedra -similar a otras del pueblo-, su antigüedad se puede establece en torno a la segunda mitad del siglo XIX , habiendo sido objeto de numerosas reformas y reconstrucciones.

Aproximadamente hacia 1900, en ella vivieron los señores (en mi caso tatarabuelos) Benito Fuente López y Teresa Gutiérrez García. Como Benito era originario de Citores del Páramo, es posible anteriormente la vivienta perteneciera a los padres de Teresa, Andrés Gutiérrez Sadornil y Rosa García López.

Benito y Teresa hacia 1929

Tras fallecimiento de Benito y Teresa la vivienda pasó a propiedad de su hijo Moisés Fuente Gutiérrez y de su esposa Catalina García Sedano, que la sometieron a varias reformas, entre otras y hacia los años 60 del siglo pasado, la apertura del cargadero de la entrada de la casa, para hacerlo mas alto y facilitar el paso. Esta obra corrió a cargo de Luciano Rodríguez (padre de nuestro vecino Hilario).

Al poco tiempo de fallecer Moisés en 1979, Catalina marchó a una residencia hasta su fallecimiento en 1985 y Julio García Sancho y su esposa Fé Falcón Figueroa, fueron los nuevos propietarios.

Julio y Fé hacia 2000

En esa época cuando Julio y Fé se hicieron con la propiedad, en la fachada norte de la casa no había calle, únicamente un arroyejo y un pequeño camino carretero que subía hasta el Torrejón. Julio, cedió al Ayuntamiento una parte del terreno de la casa que entonces estaba dedicado a cochera y se encontraba anexo a la misma, para que con su derribo se pudiera hacer una calle.

Hacia 1985 fue vendida a Claudia García Sancho y Joaquín López Fuentes, sufriendo una nueva reforma muy básica, quedando en ese estado hasta nuestros días, -más o menos el mismo- que hace 60 años.

Joaquín y Claudia en 1974

Actualmente en manos de José Luis y Elvira, se utiliza como segunda residencia.