Día frío y soleado, previo a la posible nevada que caiga esta noche.
Tal día como hoy de 1932, el abuelo Agapito -nuestro infatigable narrador del pasado-, marchó a Burgos con dos encargos importantes:
El primero en su cargo de alcalde, fue visitar al Gobernador Civil de la Provincia (que por entonces era el periodista D. Braulio Solsona Ronda), y le pidió autorización para llevar a cabo las Procesiones Tradicionales de Semana Santa tal y como estaba previsto en las normas de la II República. Como en la mayor parte de los pueblos de la provincia, estas Procesiones fueron autorizadas y se llevaron a cabo ente el 24 y el 27 del mismo mes.
El segundo encargo consistía en recoger los cipreses para el cementerio, que llegaban en tren desde Zaragoza. Trasladados al pueblo, fueron plantados al día siguiente. Mañana os lo cuento.
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