Sigue el frío en la madrugada con -6ºC; el resto del día, sol. Sin novedad por el pueblo.
Nuestro particular cronista del siglo XX (el abuelo Agapito), nos cuenta que el sábado 16 de enero de 1960, el autobús de León llegó a Villanueva procedente de esa capital y tras montar cadenas, no pudo sobrepasar el "alto de la Rata", regresando a Villanueva a pasar la noche.
El domingo 17 por la tarde, el coche salió de Villanueva, pero al llegar a "los álamos de las Quintanillas" quedó embarrancado en una tierra y tanto el pasaje como nuestro protagonista -que formaba parte del mismo-, tuvieron que volver andando hasta el pueblo, donde llegaron a las 8 de la tarde (ojo al dato: nieve, frío, viento, oscuridad desde las 6 de la tarde y sin ropa adecuada).
A las 9 y media del lunes 18, llegó el coche de Melgar que se detuvo en Villanueva una hora; luego con los viajeros marcharon unos cuantos vecinos de Villanueva para "espalar la bajada de los álamos", poniendo de nuevo en marcha el transporte, y finalmente llegar a Burgos a las 12 y media. Según cuenta el abuelo Agapito, a "los espaladores" no les cobraron nada por el viaje y consiguió llegar a Burgos a conocer al nuevo nieto, hijo de su hija Felisa.
Este hecho también fue recogido en el Diario de Burgos del martes 19 de enero de 1960, cuyo recorte se muestra a continuación.
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