Llovió por la mañana y por la noche. Sin novedad por el pueblo.
El miércoles recogíamos una noticia en la que se contaba que el Ayuntamiento de Siero (Asturias) había multado con 300
euros a unos ganaderos de la localidad por los mugidos de una vaca, después de la denuncia de un vecino que aseguraba le
molestaba.
Éstas intolerancias con el mundo rural tradicional se van repitiendo en el tiempo (especialmente en el verano cuando parte de los vecinos regresan al pueblo) y todo molesta: cuando no es por el reloj, es por las campanas, cuando no es el gallo, son los abonos de las tierras o algún vecino que todavía cría algún cerdo y huele, etc, etc...
El cómico manchego Agustín Durán ha recogido el testigo con una buena dosis de humor e ironía, para relatar esta triste y lamentable noticia, que empuja un poco más a los pueblos a desaparecer:
La multa más surrealista de la historia. Pagar 300 euros por los mugidos de una vaca. Estamos cada día más contentos en los pueblos…
— Agustín Durán Cómico (@agusduran) October 20, 2022
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