Agosto se marcha con buen tiempo, aguada mañanera y la chaquetilla a mano por la tarde.
Ayer os contábamos las obras de reparación del campanario de la iglesia. Debajo de la nueva obra ha quedado el reloj de torre bien a cubierto, ya que con la antigua tablazón estaba muy a la intemperie y desde luego no era lo mejor para su viejo mecanismo, así que preguntado un poco por ahí por la historia y procedencia de nuestro reloj, ésta puede ser mas o menos la siguiente:
Cuenta la leyenda o la tradición, que allá por la segunda mitad del siglo XIX José López, relojero de la comarca y tatarabuelo de Antonio José, Mª Jesús y Víctor, recibió el encargo de colocar un reloj de última generación que repetía las horas en Tardajos o en Villalbilla. Acompañado por hijo Fernando, construyó e instaló el moderno reloj en uno de los pueblos y una vez en funcionamiento, el otro no quiso ser menos y también renovó el reloj de la torre.
Uno de los dos viejos relojes retirados acabó en el taller de D. José en Isar, donde fue reparado y actualizado, instalándose en la torre de la iglesia en 1877, tal y como rezaba escrito en la pared del habitáculo y que en lamentablemente en la actualidad ha desaparecido, al haberse desprendido el enfoscado y la pintura por la humedad.
Ya en 26 de abril de 1936, Santos López el nieto de D. José e hijo de Fernando López, colocó la esfera que a día de hoy permanece y a la cual no vendría mal un retoque cuando sea posible. El coste de la esfera y la colocación ascendió a 135 pesetas. Santos López en 1948 hizo un nueva renovación, limpieza y puesta a punto de la vieja maquinaria, quedando su impronta en uno de los soportes laterales del reloj; años después, en los años 60, un relojero de Burgos llamado Domingo (o algo así), le volvió a dar un repaso de al menos una semana de trabajo, estando por entonces el Sr. Jesús García de alcalde.
El último mantenimiento de importancia se realizó en el año 1994 y lo llevaron a cabo Antonio y José López y José Ferreras, ya uno de los asientos había cedido y la máquina al quedar descentrada sufrió daños en sus mecanismos. Se desmontó pieza a pieza y se volvió a montar una vez reparado; también se renovó la bancada de la maquinaria que corrió a cabo de Loren, Josemari, Miguel Ángel, Valentín, Martin y otros jóvenes de la época, que retiraron los viejos asientos sustituyéndolos por unas vigas tipo Castilla y sobre éstas fue montado y nivelado definitivamente el reloj por los maestros relojeros. También se aprovechó el momento para reparar el soporte de la campana y bola que hay debajo de la veleta.
Desde entonces hasta hoy, Miguel Angel (Cepi) hace unos 15 años, dio una mano de pintura a la esfera, colocó un cristal para evitar que entraran las palomas y recogió los laterales con mortero (reparación que ya va mostrando síntomas de fatiga) y se colocó un motor eléctrico para hacer mas llevadera la cuerda diaria, cortesía de Miguel Ángel y los "Josemarías" (Sedano y García)
Bueno y eso es todo (al menos por ahora).
Gracias a Antonio José, Loren y publicaciones de José Luis Santamaría por la información facilitada.
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