Muy buen día en general; el pueblo se va quedando vacío y con poco contar, tónica que pronto será repetitiva.
Si ayer hablábamos de la vida sencilla de nuestros abuelos, que se desplazaban en burra de un pueblo a otro (y eso el que no tenía que ir andando), el abuelo Agapito viene a recordarnos que tal día día como hoy de 1932 (justo hace 90 años), la cosecha todavía no había terminado y así nos lo contó:
A las 2 de la mañana acarrear; a las 7 y media hecha la trilla y a las 9 segando en dos trigos. Después, trillar con dos machos.
Una jornada "completa", en una vida dura y difícil...
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