Otro repetido día de resecal sin pintas de caer ni una gota; mientras, al anochecer, la luna del cazador salía por el espigón Turmogo de Costambre.
Por la tarde un grupo de amigos visitaron el pueblo y después de tomar un café, dimos con ellos un paseo y les mostramos lo mucho o poco que Villanueva ofrece.
Quedaron muy satisfechos con la visita, especialmente con la explicación de la Vía Aquitania, la maquinaria del reloj (que tuvo la gentileza de dar "las imedia"), la Iglesia y el Club Sin Fondos -para sorpresa y satisfacción de los chavales, que no dudaron de hacerse una foto de recuerdo-, y que algunos ya conocían de tiempos mejores allá por los noventa, en las madrugadoras jornadas de los "afters de Tuco".
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