Día templado que amaneció con 3,5 litros de lluvia. Continúan los trabajos de urbanización en la carretera:
La pluviometría que hemos tenido, no ha sido nada comparado con hasta los 500 litros caídos en distintas comarcas de Valencia y Castilla La Mancha, que han sembrado la muerte y destrucción en un gran número de localidades.
Seguramente, todos habéis estado pendientes de las impactantes imágenes que nos llegaban: vehículos arrastrados con barquitos de papel por las calles de los pueblos y luego acumulados en grandes pilas como si fueran ramas de arbol; casas derribadas y con el agua hasta la segunda planta, pueblos semidestruidos y lo peor, la gran cifra de muertos que seguramente acaben sobrepasando los 100. La tragedia no ha terminado, y más de 1200 personas pasarán la segunda noche en sus coches en la carretera, acorraladas por los daños producidos por el agua, pero tal y como han relatado algunos de ellos, se sienten aliviados de poder contarlo.
Sin duda alguna la prevención falló y como siempre, donde fallan "los de siempre", aparecen los héroes anónimos a los que les toca sacar las castañas del fuego: Bomberos, Guardia Civil, Sanitarios, Policías, Ejército y multitud de vecinos que a riesgo de su vida, salvaron las de otros muchos. Son estos momentos donde solidaridad española, que no entiende de opciones políticas, ni de sexo, ni raza, ni de ninguna condición social, volvió a dar una lección.
Los de siempre a lo suyo: En el Congreso, el Gobierno y sus socios se negaron paralizar la actividad diaria -cosa que se podría entender ya que perciben su sueldo para trabajar por el país-, pero bien se podrían haber dedicado a analizar lo que estaba pasando en el Levante español y no hacer declaraciones como "los diputados no hacemos labores de rescate" (como señalan varios medios de comunicación). Obviamente, la suspensión del pleno no entraba en los cálculos, ya que tocaba hablar de machismo y patriarcado con el fin de repartiendo lo indefendible de los últimos días, como si fuera cosa de todos, y luego, aprobar el control de RTVE -que era lo realmente importante-.
Ya en la tarde, la tragedia dio para multitud de mesas de discusión informativa y en alguna de ellas "el cambio climático" saltó al ruedo como máximo responsable, dejando a un lado las labores de prevención sobradamente conocidas, que incluyen la habilitación y limpiezas de cauces, ramblas y rieras, la construcción, refuerzo y mantenimiento de presas de protección de las poblaciones, o algo tan sencillo como no construir en las zonas inundables y dejar el paso libre al agua. Claro, para ésto hace falta dinero y en España los impuestos van para la "Sanidad y Educación", -cosa que todos bien conocemos-.
En fin, una gran tragedia de la que habrá que aprender y esperar que sea la última y nuestra solidaridad con todos los afectados de la Comunidad Valenciana y Castilla la Mancha.
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