Como ayer el día ha resultado frío, seco y ventoso, con unas nebuscas de hielo por la mañana.
Nada mas entrar la mañana se han publicado en el BOCYL las nuevas medidas que ha tomado la Administración Autonómica en relación con la pandemia de la COVID-19.
Resulta desesperante tener que leer tanta literatura normativa que difícilmente puede ser comprendida por el pueblo llano, pero es lo que hay, nos guste o no.
Por una parte se ha publicado el acuerdo 76/2020 por el que la Administración establece los niveles de alerta sanitaria y aprueba el Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.
Por otra parte se ha publicado el acuerdo 78/2020 por el que la Administración declara el nivel de ALERTA 4 para todo el territorio de la Comunidad de Castilla y Léon y adopta medidas preventivas de carácter excepcional para la contención de la COVID-19. Ojo con esta norma que además de declarar el nivel de ALERTA 4 desde las 00.00 horas del viernes 6 de noviembre, modifica varias de las medidas publicadas en Orden 76/2020 correspondientes a la gestión de la ALERTA 4.
Este gallimatías normativo nos recuerda que lamentablemente "La historia se repite" y para ello recuperamos un artículo publicado el 01 de octubre de 1918 en el Diario de Burgos con motivo de "PANDEMIA DE GRIPE EN ESPAÑA" y cuyo documento se puede consultar en la Biblioteca Digital de Castilla y Léon:
Es motivo de seria preocupación para todos los españoles en estos momentos la epidemia gripal reinante. Desde el comienzo de ésta, si hemos de creer las versiones oficiales, están tomadas cuantas medidas sanitarias proporciona la ciencia para evitar su propagación, pero es lo cierto que la gripe no respeta lugar alguno y hoy está en toda España.
Se sigue además por parte de las autoridades la táctica lamentablemente equivocada de ocultar el número exacto de defunciones por consecuencia de la importancia de la epidemia; de esta suerte, nadie toma con la debida seriedad los peligros que ya trae, siendo por consecuencia grande el descuido en cuanto a régimen sanitario, que facilita la propagación de manera alarmante.
Nos parece además que por parte de las autoridades sanitarias no se hablado con toda la rapidez y menos aún con toda la energía que la gravedad de la situación requiere.
En la frontera ha habido descuidos muy condenables, y ellos lo demuestra bien claramente el hecho de que a pesar de la negativa oficial, pasan de 8000 las personas atacadas en San Sebastián.
Si el gobierno no se decide a obrar ahora no con energía, sino con severidad implacable, tendremos que lamentar unas consecuencias de esta epidemia enormemente mayores que las que corresponden a su verdadera importancia.
Firmado: M. el 30 de septiembre de 1918.
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