Muy buen día que amaneció con poco de lluvia y terminó con tormenta. 7 litros cayeron en total para refrescar un poco el campo.
Sin novedad por el pueblo, la actualidad estuvo en Burgos donde se celebró la fiesta del Curpillos. El acto religioso/civil del Monasterio de las Huelgas quedó un poco desangelado, con menos público que otros años por el traslado de la feria al paseo de la Quinta. En el cambio, no se echó de menos nada: ni gente, ni pinchos, ni polvo, ni pelusas, ni siquiera la lluvia al final de la jornada. Por poner una pega, echamos de menos a nuestro amigo el carpintero que está de baja de lesión y le deseamos que se recupere prontamente.
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